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jueves, 9 de abril de 2020

Acero oxidable

No hace 2 meses desde mi última entrada en este blog, pero tengo la sensación de que ha pasado mucho más tiempo. Imagino que la intensidad de las últimas semanas habrán tenido mucho que ver... si no todo.

cuarta semana de confinamiento por culpa del coronavirus Covid-19. Cuarta semana sin poder salir de casa, y según anunció el Gobierno hace unos días, aún quedan, como poco, otras 2. Y como no hay que salir de casa, toca tirar de archivo.

La foto que hoy os voy a enseñar fue sacada hace... no sé, hace ya tiempo :-) Aquella noche quedamos Felipe y yo. El plan inicial se vino un poco abajo, pero recordando que un compañero del mundo de la fotografía nocturna, Álvaro Coleto, conocía la zona por la que estábamos, le dimos un toque. Y Álvaro se tiró el rollo (¡muchas gracias, Álvaro!), y nos habló de 2 ó 3 sitios no muy lejos de donde nos hallábamos, entre ellos, un antiguo SEAT 600. Como era pronto (ventajas de la fotografía nocturna en invierno, pues anochece antes), pensamos que podríamos tener tiempo para poder ir a, al menos, 2 sitios. El primero que elegimos fue este bonito coche.

Con las indicaciones que Álvaro nos dio no fue difícil de encontrar el cacharro. Nuestra duda era si podríamos trabajar bien la foto, pues le llegaba algo de contaminación lumínica de los chalets que no había demasiado lejos. Por ello, lo primero que decidimos fue que tendríamos que cerrar mucho el diafragma para poder controlar nosotros la luz que queríamos que el coche recibiera. Luz aportada por nosotros. Luz controlada por nosotros. Además, cerrar el diafragma iba a ayudar a que el coche saliera completamente enfocado, a pesar de que estaríamos muy cerca del coche. En situaciones así, conseguir que toda la escena esté en foco se complica salvo que hagas uso de la hiperfocal. Y, como seguro que todos, o casi todos conocéis, uno de los factores que influye en la hiperfocal, y en conseguir que su valor sea mayor, es el diafragma. Cuanto menor sea la apertura del diafragma, mayor será la profundidad de campo conseguida.

Así que plantamos trípode, enfocamos y pensamos en cómo iluminar la escena. Para esta foto decidimos combinar linterna cálida con linterna fría. Muchas veces nos es recomendable usar esta combinación, pues, la elección del balance de blancos puede complicarse. Si ajustas el balance de blancos pensando en iluminación con linterna cálida, encontrarás que todo lo que ilumines con linterna fría tomará un tono azulado. Por el contrario si lo ajustas pensando en iluminación con linterna fría, encontrarás que aquello que tengas iluminado con linterna cálida tomará una intensidad mayor y un tono más anaranjado. Este último efecto puede resultar bastante llamativo, y en fotos como la de hoy, en la que el interior del vehículo y el compartimento del motor fueron iluminados con linterna cálida, pueden dar buen resultado.

Así hicimos. Uno de los 2 se encargó de la linterna fría y el otro de la cálida. Tras varias pruebas de 30 segundos cada una ya teníamos la foto.

Una de las dificultados con la que nos encontramos, y que suele ser habitual en este tipo de fotos, es que al ser un objeto pequeño el que tiene que ser iluminado, es fácil tener que pasar por delante de la cámara cuando estás iluminando. Por ello hay que poner especial cuidado e, incluso, iluminar por tiempos, y no todos a la vez, para no entorpecerse.

Y poco más puedo contarte de esta foto. Como siempre, si tienes alguna duda sobre cómo la hicimos, siéntete libre para preguntar, y te responderé lo antes posible.

¡Hasta pronto!

Los datos EXIF:

mara: Canon 6D

Focal: 14 mm 
Exposición: 30 sg 
Apertura: f/8
ISO: 500