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miércoles, 19 de febrero de 2014

El color de una batalla

Durante todas estas semanas hemos hablado de la importancia de muchos detalles técnicos a la hora de hacer una fotografía nocturna. Sin embargo hay un elemento del que no hemos hablado y que, en mi opinión, no es menos importante que cualquier otro en la creación de una foto. Estamos hablando del nombre de la foto. Puede parecer algo banal, pero no lo es. Y es que hay fotos y fotos. ¿Cuántas podemos disparar en un viaje a, por ejemplo, Roma? ¿Cien? ¿Mil? ¿Dos mil? ¿Y cuántas de esas fotos serán especiales? Sí, por supuesto, seguro que el 80-85% de esas fotos serán especiales. Recrearán momentos que hemos vivido, monumentos que posiblemente habremos admirado... Pero esas mil fotos, ¿serán tan diferentes entre sí como para poder evocar un momento diferente? Cuidado, no digo que no sean importantes todas y cada una de esas fotos (o, al menos el 85% del que hablaba antes :-)), pero al final las podremos clasificar como "Viaje a Roma". Como mucho podremos clasificarlas por temática dentro de ese "Viaje a Roma": "Tarde en el Trastevere", "En el Panteón" o "Visita al Vaticano".

Esta es una de las peculiaridades de la fotografía nocturna (¡ojo, no es exclusiva de esta modalidad!). Cada fotografía tiene un trabajo detrás. Cada fotografía tiene una planificación, y en muchas ocasiones, quizá la mayoría, una historia que para que pueda ser transmitida en su totalidad al público de esa foto (con público me refiero a cada persona que observa esa foto, y que no sea el propio autor de la misma), pienso que es importante que el autor dé un nombre a esa foto.

Pensadlo sólo un momento. ¿Es lo mismo ver una foto que se llama "Untitled" que una foto que se llama "No pasaréis"? Ponerle título a una foto es culminar un trabajo nuestro. Un trabajo del que estamos orgullosos. No ponerle un título es dejar un trabajo a medias.

No sé vosotros, pero si yo me encuentro una foto que técnicamente es correctísima, que es preciosa y que deja con la boca abierta, pero que no tiene título, lo primero que pienso es "el autor hace fotos como churros (buenos churros, eso sí)". Pensaría que el autor es muy bueno (quizá el mejor) a la hora de sacar una foto, pero pensaría que no ama el resultado de su trabajo.

Por todo esto, haya o no haya una historia detrás de la foto, sea nocturna o no, hay que intentar poner nombre a las fotos, pues el nombre hace una foto diferente de otra. 

El título de la foto, además, nos ayuda a entender en muchas ocasiones lo que el autor ve o siente cuando observa su trabajo terminado. Y es que la misma foto, con títulos diferentes, puede transmitir cosas que no tienen nada que ver la una con la otra. Un ejemplo es la foto de esta noche. Inicialmente tenía pensado darle un título muy diferente al que tiene. Y es que mi visión de la foto cambió por completo cuando conocí la historia del sitio que os muestro en la foto.

Se trata de la "Casa Palata" o, como se conocía también, la "Casa de la Patata". Hoy en ruinas, en su momento fue el centro de mando del General Líster, del bando republicano, durante la batalla de Brunete. Casi nada, ¿verdad? La batalla de Brunete. Mucho se puede escribir sobre esta contienda, pero sólo diré que se trató de una ofensiva iniciada por el bando republicano para reducir las fuerzas franquistas, en su intención de iniciar una marcha para tomar el norte (Cantabria y Asturias).

Sobre la foto, en principio simple, algunas cosas que contar. Para la realización de la toma, me salté una de las reglas que hay que intentar no saltarse nunca, y que está en los primeros puestos de la lista de las "Reglas del Fotógrafo Nocturno" (no existen tales reglas, pero sí hay recomendaciones :-)): "¡¡¡Nunca vayas solo a hacer fotos!!!" No voy a intentar excusarlo, porque no tiene excusa. Simplemente fui y punto (por favor, no lo hagáis vosotros).

La casa en cuestión ya la vi en otras 2 fotos nocturnas, ambas muy buenas, y ambas muy correctas en cuanto al encuadre. Esta foto que os muestro peca de algo relacionado con eso mismo: está muy encajonada. ¿Por qué entonces no hacer la foto más alejado o con una focal mayor que nos permita dar más aire a la foto, especialmente por los lados? Primero porque no tengo una focal mayor a 11mm. Segundo, porque este encuadre es el que iba buscando. Me explico. Mi intención con esta foto fue la de transmitir una sensación de pared, piedras y escombros cayendo sobre el espectador. Para ello, fue necesario colocar la cámara muy cerca del final de la "lengua" formada por la cantidad de escombros caídos.

En cuando a la realización, carrera para arriba y para abajo para entrar y salir de la casa con cuidado de no iluminar la escena por descuido, y de no caerme entre tanto escombro (eso más complicado), e iluminación realizada con flash y linterna de luz blanca, ambos con gel rojo acoplado, para el interior de la casa, un poquito de contaminación lumínica para el exterior de la casa, y para destacar toda esa lengua de escombros, un poco de linterna (Mini Mag-Lite) de xenon.

Por último, ¿quieres ver dónde estaba la cámara en el momento de tomar la foto? Pulsa aquí...

Los datos EXIF: 

Cámara: Canon 500D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 42 sg 
Apertura: f/3,5 
ISO: 400






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