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jueves, 19 de diciembre de 2019

Con permiso de la luna

Hace unos años, cuando aún llevaba poco tiempo metido en la fotografía nocturna, un primo mío me habló de un sitio que él pensaba que podría ser ideal para visitar por la noche. Deberíamos ir al Meandro del Melero, me dijo. Hasta ese momento no había oído hablar de ese lugar. Me enseñó las fotos del meandro y pensé que podía ser un sitio con mucho potencial fotográfico. Sólo había una pega que hacía que visitar ese sitio no fuera tan fácil como la mayoría de los sitios que solíamos visitar: el meandro se encuentra entre Cáceres y Salamanca, por lo que hacer una escapada como las que generalmente solemos hacer, de esas de ir y volver en el mismo día, me parecía que era demasiada (e innecesaria) paliza para el cuerpo. Así que la única opción que me convencía era la de hacer noche allí. Sólo quedaba encontrar el mejor momento para hacer el viaje.


Pasaron los años, llegó el verano de 2019, y se me ocurrió que este año tenía que ser el momento de hacer esa fotografía. Así que se lo comenté a varias personas aficionadas a la fotografía nocturna. De entre todos, César Vega me comentó que le parecía bien el plan. Él llevaba tiempo queriendo visitar por la noche ese lugar. Así que hablamos para organizar una salida nocturna en la que haríamos noche no demasiado lejos del meandro.

Encontramos hotel, reservamos habitación, y un viernes por la tarde quedamos al salir de nuestros respectivos trabajos para ir al meandro. El viaje se nos hizo corto. Lo cierto es que cuando el plan es bueno, el tiempo de viaje pasa volando. Y este plan tenía buena pinta.

Nuestro primer destino fue el hotel. Pensamos que era buena idea pues según la reserva había una hora límite de ‘check-in’. Además, queríamos dejar todo lo innecesario en la habitación. Por otro lado, debíamos cambiarnos de ropa. Íbamos a andar por campo, y era importante poder estar con ropa cómoda para este fin.

Desde el hotel nos fuimos directamente al meandro. Al llegar aún era de día (y todavía quedaba tiempo hasta que se hiciera de noche; cosas del verano), y consideramos importante ver con luz de sol dónde íbamos a ir, cómo estaba el terreno e, incluso, los posibles encuadres para la foto de por la noche.

El camino hasta el meandro no es complicado, pero lo fue mucho más de lo que yo esperaba. Hasta un cierto punto el camino es muy sencillo, pero luego se complica bastante y hay que ir especialmente despacio si no quieres que una visita a la zona te cueste unos neumáticos o, lo que es peor, una llanta. Quince minutos más tarde, llegamos. El sitio nos pareció espectacular. Además, el río llevaba agua. No tanta como la que habíamos visto en otras fotos, pero más que suficiente para sacar algo decente. Vimos los posibles encuadres para por la noche y, como nos sobraba tiempo, decidimos bajar hasta el pueblo más cercano donde, en un bar-restaurante, nos comimos un bocata tranquilamente. Cuando hubimos terminado y empezó a anochecer, nos montamos en el coche y volvimos a subir hasta el meandro.

El primer problema con que nos encontramos fue uno que ya conocíamos. Esa noche era noche de luna. Sin embargo, para nuestra suerte, a una hora determinada, cerca de las 2, la luna se pondría, y sería el momento en que podríamos hacer foto. Mientras tanto nos tocaba hacer tiempo montando el equipo para hacer fotos panorámicas, decidiendo cuál sería la mejor forma de hacer la fotografía panorámica, y haciendo alguna prueba.

Es curioso lo rápido que desaparecen el sol y la luna cuando quieres sacar un atardecer, o un atardecer lunar, y necesitas que no se pongan muy rápido, y lo lento que se mueven cuando necesitas que no estén. Además, en nuestro caso necesitábamos que la luna desapareciera por completo. Os explico ahora mismo por qué.

La típica fotografía del meandro del Melero se toma apuntando la cámara en dirección este. Esto quiere decir que tanto el sol como la luna se van a ocultar por detrás de ti. Pero justo detrás de ti hay una montaña, por lo que, según va bajando la luna, la sombra de la montaña va avanzando hacia el horizonte. Y esto se traduce en que durante todo ese tiempo de bajada de la luna, esa sombra va cubriendo poco a poco todo el meandro. ¿Qué quiero decir con todo esto? Que hasta que la luna no bajó lo suficiente, su luz no dejó de iluminar el meandro.

Además de todo esto, teniendo en cuenta que nosotros queríamos sacar una foto del meandro con la Vía Láctea por encima del mismo, necesitábamos que la luna desapareciera pues cuanta más luz diera al cielo, peor iba a verse la Vía Láctea.

Por fin llegó el momento en que la luna desapareció por completo y el meandro se quedó en absoluta oscuridad. Era el momento de empezar a hacer fotos.

Como os comenté más arriba, mi intención fue hacer una fotografía panorámica. Después de darle vueltas, decidí que lo mejor era tirar hacer una foto de 14 fotografías divididas en 2 filas de 7 fotos. La fila superior sería para obtener toda la Vía Láctea, mientras que la fila inferior sería para sacar todo el meandro. Ahora bien, ésta era la primera vez que montaba una fotografía panorámica en 2 filas y no tenía muy claro cómo quedaría el montaje final.

La fila de abajo, como acabo de decir, es la fila de fotos para sacar el meandro. En el momento en que me puse a sacar las fotos para la fila de abajo la oscuridad era casi completa. Por ello decidí subir el ISO para estas fotos, las que disparé para el suelo. Suponiendo que el ruido en la foto sería muy alto, decidí tirar varias fotos iguales para cada una de las 7 tomas que hice para la fila inferior, para luego, en el procesado en casa, apilarlas y así reducir el ruido.

Estuvimos hasta más tarde de las 3 de la mañana disparando fotos. Al final, más tiempo de organización y pruebas que de estar sacando fotos, pero creo que mereció la pena la espera.

A pesar de todo lo que os cuento, la parte más complicada la tuve en casa cuando quise montar las 14 fotografías, pues, ni Photoshop ni PTGui eran capaces de montar de una tirada  las 14 fotos. Así que decidí unir, por un lado, las 7 fotografías que tiré para sacar el cielo, y por otro lado las 7 fotografías (ya procesadas para eliminar el ruido) que saqué para el suelo. Esto me devolvió 2 fotografías panorámicas que, usadas como capas en Photoshop, pude montar intentando ajustar la parte más alta de la vía con el centro del meandro, para conseguir el resultado que veis en la foto final.

En fin, una noche de viernes muy interesante, donde me divertí mucho en el meandro del Melero, una de esas joyas que tenemos en este país. El sitio, como deduciréis de mis palabras, es espectacular. Ojalá con esta foto haya conseguido transmitiros algo de la belleza del lugar. 

Como siempre, si tenéis alguna pregunta sobre cómo está hecha la foto, no dudéis en soltarla. Por último, os dejo los datos EXIF de las fotos tomadas.

¡Hasta pronto!

Los datos EXIF:

mara: Canon 6D 

Para el cielo: 7 fotos, con los siguientes parámetros
Focal: 16 mm 
Exposición: 30 sg 
Apertura: f/2.8

ISO: 3200

Para el meandro: 21 fotos, con los siguientes parámetros
Focal: 16 mm 
Exposición: 61 sg 
Apertura: f/2.8

ISO: 6400



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