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martes, 20 de abril de 2021

The end of House Lannister

No sé ti, pero a mí, esto de no poder hacer fotos nocturnas por culpa de las restricciones debidas al Covid-19 lo estoy llevando cada vez peor. No voy a hablar de si todas esas restricciones tienen o no, en mi opinión, sentido. Pero lo cierto es que el toque de queda impuesto de 11 ó 12 de la noche (dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que vivas) hasta las 6 de la mañana, unido a la imposibilidad de salir de tu Comunidad, está limitando, por no decir anulando, la actividad fotográfica de todos aquellos a los que nos gusta salir con cámara y trípode por la noche.

Y somos ya muchos a los que cada vez se nos está haciendo esto más duro. Especialmente a todos aquellos que estamos  (y digo estamos, porque me incluyo) tan enganchados a esta actividad. El ejemplo que os voy a poner para ayudar a entender cómo de grande puede ser esa "adicción" será la fotografía que esta tarde quiero compartir con vosotros, y que fue tomada mucho antes de que "Coronavirus" fuera algo que llegaríamos a escuchar al día más veces que un simple "buenos días"

El lugar, el castillo de Barcience, en Toledo. El día antes de tomar esta foto estuve mirando la previsión del tiempo y ésta, aunque no era como para tirar cohetes, no era demasiado mala. Lo peor es que esa previsión era para entre semana, y el posible plan de fotos era para un día en el que había que trabajar.

Después de darle vueltas decidí que meter la cámara y trípode en el maletero por la mañana antes de salir de casa no me costaba ningún esfuerzo, pues a lo largo del día podría decidir si ir o no al castillo al salir de trabajar. Propuse a más gente el plan de fotos, por si alguien se animaba, pero lo cierto es que no tenía demasiada fe en que alguien se apuntara. Día entre semana, cansancio tras una dura jornada laboral, y lo peor, madrugar al día siguiente para ir a trabajar... a pesar de que estuviéramos en invierno, época en la que anochece antes, como digo, contaba con que me iba  tocar hacer foto yo sólo. De hecho, yo mismo no tenía claro que fuera a ir. 

Y llegó la hora de salir de trabajar. Durante el día había revisado la previsión meteorológica en Barcience y confirmé que se mantenía como pude ver el día anterior. Tenía la cámara, trípode, buena previsión meteorológica, no tenía planes para esa noche, así que sólo la pereza podía hacer que decidiera irme a casa en lugar de salir de fotos. Pero esa no era la noche en que la pereza fuera a ganarme, así que tomé rumbo a Barcience. Decidí hacer 100 km desde donde trabajo hasta el castillo, sin tener la seguridad de si iba a merecer mucho la pena. Sin saber si iba a poder hacer la foto que tenía en mente. Pero es que esto es así: si no arriesgas, no ganas.

Cuando llegué hasta el cementerio, lugar donde se deja el coche, aún quedaba un pequeño tramo cuesta arriba que tocaba hacer andando. Una vez arriba, me fui hasta la zona del castillo desde donde yo quería hacer foto, la cara Este. Cuando llegué arriba pude comprobar que, ¡oh, sorpresa!, la aplicación para móvil para conocer la predicción, en esta ocasión había acertado bastante. Miré al cielo durante unos segundos, y al cabo de ese tiempo, todo lo rápido que pude puse el trípode, la cámara, el intervalómetro, encuadré, enfoqué, ajusté parámetros e hice una foto. Efectivamente, como sospechaba, la fuga de nubes venía hacia la cámara. 

Tenía bastante claro que la foto que tenía en mente sería muy difícil, por no decir imposible, que pudiera ser hecha por una sola persona. Iluminar todo lo que había que iluminar para que la foto estuviera bien equilibrada iba a ser muy difícil. Aun así hice pruebas para intentar, en los 30 segundos de exposición que quería darle, hacer toda la iluminación. Imposible. Además, imposible por mucho tiempo. Por mucho que corriera de noche, por muy bien que hiciera la iluminación, no iba a ser posible llevarme en una sola toma la foto. Así que decidí que haría algo que no me gusta hacer, que no suelo hacer, pero que en esta ocasión, si quería la foto, tendría que hacer. Decidí que iluminaría por tramos. En una foto iluminaría las garitas o puestos de vigilancia del castillo, en otra iluminaría su interior, y en una tercera la torre en la que se encuentra el escudo con el león y los muros del fondo. De esta forma evitaría que una mala caída originada por las prisas me hiciera dejar los dientes en el suelo, y, por otro lado, la iluminación podría ser más precisa. 

Como digo, crear una foto, o una imagen a partir de varias fotos no entra dentro de mi flujo habitual de trabajo, aunque en más de una ocasión he tenido que recurrir a ello cuando la foto era imposible de ejecutar en una sola toma, como en la de esta noche, o cuando, por ejemplo, en la toma en la que hemos conseguido la iluminación que buscábamos, el cielo que completa la foto es mucho menos interesante que el que teníamos varias tomas más atrás, cuando empezábamos las pruebas de iluminación. Y no es algo que suela hacer porque siempre intento que todo quede recogido en una única toma. Y no porque lo censure. Es, simplemente, porque me gusta, disfruto mucho más, trabajando la foto en el campo que en el ordenador (esto no quiere decir que mis fotos nos sufran ningún tipo de edición). Si la iluminación que busco se puede lograr en el tiempo de exposición con la que quiero hacer la foto, siempre repetiré una y otra vez la toma hasta lograr la iluminación buscada. Repito, no lo censuro. Cada uno disfruta la fotografía como quiere. Yo la disfruto trabajando y sudando la foto en el campo más que en casa y otros al revés.

Y ahora, vamos a ver la iluminación de esta imagen. Para conseguir esta imagen usé 2 tipos de linternas: fría y cálida. Una iluminación fría para una piedra del castillo, que es de un tono claro, choca más, llama más la atención del espectador. Si esa iluminación fría la combinamos con iluminación cálida para aquellas zonas en las cuales se quiere transmitir una sensación de vida (especialmente en el interior de recintos), el contraste con la iluminación fría es muy agradable a la vista.

Así pues, tanto para el exterior de las garitas, como para la torre con el escudo y las paredes del fondo usé linterna fría. Para el interior de las garitas, usé linterna cálida de potencia no demasiado fuerte, pues el tamaño de los recintos no lo requería.

En cuanto al balance de blancos, ¿cuál es el que debemos usar cuando la iluminación de la foto es una combinación de luz cálida y luz fría? Mi recomendación en estos casos es ajustar en la cámara el balance de blancos que usarías si la iluminación estuviera hecha por completo con luz fría. ¿Por qué? La explicación es la siguiente.

Cuando ajustamos un balance de blancos a una temperatura de color en torno a los 3200K lo que estamos diciendo a la cámara es que la foto tiene un tono cálido y le pedimos que compense ese tono cálido dando un tono azulado a la foto. Si, por el contrario, ajustamos el balance de blancos a un tono en torno a los 5000K, lo que hacemos es decirle a la cámara que nuestra iluminación tiene tonos fríos, y necesitamos que compense esos tonos fríos calentando la imagen.

Si nosotros ajustamos la temperatura de color a 3200K o más baja aun, aquello que está iluminado con tonos cálidos bajaran su tono a un tono menos cálido, lo cual no es desagradable, pero todo aquello que está iluminado con linterna fría tomará un tono aún más frío, por lo que, en nuestro caso, las paredes podrían mostrarse con una tonalidad azulada, lo cual queda bastante desagradable. Sin embargo, ajustando el balance de blancos a un tono en torno a los 5000K o más, conseguiremos que nuestras paredes se muestren con un tono más bien neutro. La luz cálida cogerá un tono mucho más cálido, pero esto, en realidad, no es desagradable a la vista, pues, por el contrario, acentúa más esa sensación de presencia humana en el interior de un recinto.

La fotografía nocturna, como yo lo veo, es un tipo de fotografía que se disfruta mucho más en compañía que practicándola solo. Por mucho motivos, pero uno de ellos es que, en mi opinión, el trabajo de iluminación sale siempre mejor cuando se hace en equipo. Sin embargo, hay veces que el deseo de salir a hacer fotos es enorme y, si no puede ser de otra forma, no queda otro remedio que salir con los medios con los que se cuente. Hay noches y noches :-)

Espero que te guste la foto. Como siempre, si te surge alguna pregunta, házmela y te responderé lo antes posible.

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Muchas gracias por leerme, y hasta la próxima entrada.


Los datos EXIF:

mara: Canon 6D
Focal: 16 mm 
Exposición: 30 sg 
Apertura: f/2.8
ISO: 500





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