Tras muchas semanas subiendo fotos de auroras boreales, de castillos, y de casas y estaciones en ruinas, hoy toca subir una foto de un "cacharro", un antiguo camión abandonado para ser más exacto, al que Luis me llevó hace unos meses. Y es que, para variar un poco, tocaba subir foto de algún vehículo hacía mucho tiempo, pues el último lo subí en febrero.
Yo no sé a vosotros, pero a mí me encantan estos bichos. No sólo me gustan, sino que disfruto mucho conviertiéndolos en el objeto de mis fotografías nocturnas. Disfruto mucho iluminándolos porque te obligan a trabajarte la iluminación mucho más que muchos de los objetos que fotografío muchas noches. Cada vehículo es diferente de los anteriores y, aunque tengamos un estilo de iluminación definido, cada vehículo hace que tengas que hacer una iluminación dedicada para poder sacar el máximo a ese vehículo. Y es que los vehículos son esos elementos en los que una iluminación mal dada, o hecha sin un interés especial se va a traducir en que el vehículo no destaque y la fotografía no nos diga gran cosa. Cuando ilumino (o cuando iluminamos, si voy con mis compañeros de Luces del Pasado) un vehículo, lo que buscamos es hacer destacar las formas del vehículo y no tratarlo como una caja cuadrada sin más formas que las marcadas por unos vértices y ángulos de 90º. Buscamos dar un volumen al vehículo.
Esto que os comento será tanto más posible cuanto mayor sea el número de curvas, ángulos y formas irregulares del vehículo. Con una buena iluminación casi se puede conseguir que el objeto fotografiado salga de las 2 dimensiones de la foto. Esta es siempre nuestra intención y en ello trabajamos cuando iluminamos un vehículo.
Hay otro punto importante a la hora de dar luz y que ayudará a que nuestras fotos sean más llamativas: destacar las texturas de la superficie iluminada, en caso de que sea posible. En este camión lo que intentamos con la iluminación aplicada fue destacar la superficie rugosa creada por el óxido en la carrocería.
Ambas ideas, destacar volúmenes y destacar texturas, podrían aplicarse en mayor o menor medida, de una forma u otra, en cualquier objeto o construcción grande o pequeña que iluminemos. Dependiendo de la naturaleza de lo iluminado, unas veces se conseguirá más y otras menos.
La noche que hicimos la foto hicimos, aparte de ésta, sacamos otras desde el ángulo contrario, y otras desde el frontal. A mí me gustaron todas, pero hoy he decidido mostraros ésta porque las fotografías frontales y las sacadas desde el ángulo contrario al de esta foto tenían un gran inconveniente: este camión se encuentra pegado a una pared de una casa, por lo que en esas fotografías que os digo resultaba imposible no sacar ese muro. En fin, una pena. El caso es que por este motivo nos centramos en las fotos sacadas desde este ángulo. Digo las fotos porque sacamos hasta 3 fotos desde este ángulo pero todas muy diferentes entre sí. Dejadme que os lo explique. Esa noche la casualidad quiso que este ángulo, el ángulo desde el que se sacó la foto, pudiera encuadrar a una conocida, a veces amiga, otras enemiga, de la fotografía nocturna: la Luna. Efectivamente, durante el tiempo que estuvimos sacando fotos al camión tuvimos la oportunidad de vivir un amanecer lunar. Este es un fenómeno que puede cambiar por completo una foto. Ésta, en concreto, está sacada minutos antes de que saliera la luna. De ahí el tono de color que tomó el cielo. En otra ocasión os mostraré el momento del amancer lunar.
Antes hablamos mucho de cómo realizamos la iluminación de la foto, pero aún no hemos entrado en los detalles más técnicos como, por ejemplo, el tipo de linterna que usamos para esta foto. Como de costumbre, para la iluminación de vehículos solemos usar linternas cálidas, de no mucha potencia, de una famosa marca de linternas. Y es que, para este tipo de fotos no es necesario usar una linterna de más potencia.
No viene mal recordar de vez en cuando el valor de balance de blancos que debemos ajustar en nuestra cámara cuando se usa una linterna cálida como fuente de luz principal de una foto nocturna. En estos casos suele ser recomendable ajustar un balance de blancos para una temperatura de color de 3000-3500K (dependiendo de las características de la linterna). Esto es lo que yo recomiendo. Hay veces en las que la iluminación principal está dada por una linterna de luz blanca, aunque en algún punto de la foto usamos una linterna cálida. En estos casos, el balance de blancos cambia drásticamente y lo ideal es ajustarlo a valores que pueden estar entre los 5000K y los 7000K. En estas fotos, el uso de linternas cálidas, sumado al ajuste del balance de blancos a valores como los que heindicado se traduce en que la zona iluminada por linterna cálida toma un tono anaranjado, lo cual puede ser bastante atractivo.
Tenía muchas ganas de mostraros fotos de vehículos y, en concreto, tenía muchas ganas de mostraros esta foto. Espero que os guste tanto como a mí.
Hasta pronto!
Los datos EXIF:
Cámara: Canon 6D
Focal: 14 mm
Exposición: 30 sg
Apertura: f/8
0 comentarios:
Publicar un comentario