• Siguenos en Flickr
  • Siguenos en Blogger

martes, 8 de diciembre de 2020

El cielo de Gálvez

Tras varias semanas sin publicar nada (poco, muy poco tiempo he tenido para dedicarle al blog), hoy quiero enseñaros una foto tomada este verano en un lugar al que le tengo mucho cariño, pues es uno de los primeros lugares que visité cuando estaba empezando a hacer algo de fotografía nocturna. Visitar este lugar es volver a tener las sensaciones que tenía en aquellos momentos. Sensaciones buenas, muy buenas.

Si, además, la visita la haces en buena compañía, la sesión nocturna no puede salir mejor. En esta ocasión el castillo de Gálvez, o las 3 torres que quedan, lo visité con un fotógrafo con el que hacía mucho tiempo que quería coincidir, pues es de los que llevan haciendo fotografía nocturna muchos años, con mucho, mucho arte además, y es de los que pertenece a la antigua escuela. Es decir, es de los que disfruta la foto con la cámara, en el campo, y luego le da el toque personal en casa, con el ordenador. Y, todo sea dicho, con fotógrafos que ven la fotografía como la veo yo, es fácil entenderse. Si, además, como en el caso de Álvaro, se trata de buena gente, la cosa sale rodada.

Álvaro y yo llevábamos hablando bastante tiempo de quedar a hacer fotos nocturnas y por 'h' o por 'b', no se daban las circunstancias para poder coincidir. Pero esa noche se dieron. Y fue fácil. Creo que fue cuestión de intercambiar unos pocos mensajes, y horas después estábamos en pleno campo frente a los 3 colosos que veis en la foto.

Cuando llegamos allí vimos que no éramos los únicos que estábamos con ganas de fotografía nocturna, pues 2 fotógrafos, un hombre y una mujer, estaban con sus trípodes plantados. Sin embargo, 40-45 minutos más tarde desaparecieron, así que las 3 torres se quedaron "libres" para poder iluminarlas sin que la luz que aplicáramos pudiera molestar a nadie más.

Para hacer la foto que estáis viendo, uno de nosotros se quedó con las cámaras y el otro se fue con una linterna cálida de gran potencia a la derecha del encuadre para dar luz a las torres. Son ya muchas las entradas en las que he comentado el motivo de aplicar una iluminación lateral: es la mejor forma de poder sacar con detalle el volumen del objeto que estás iluminando.

¿Por qué elegimos este encuadre? Esta foto fue hecha a finales de agosto. A esa altura de verano la Vía Láctea se encuentra muy alta. Por si no lo sabéis, la Vía se ve en el cielo como una franja que empieza en un punto y acaba en otro y no se ve igual de bien durante todo el año. Cuando mejor empieza a verse, esta franja es casi horizontal, por lo que se ve muy cerca del horizonte. Pero según van pasando las semanas, esa franja se va desplazando marcando su forma de arco y obligándonos a levantar cada vez más la cabeza para poder verla. Es a esto a lo que me refiero con que la vía está muy alta. Por este motivo, la Vía, en los puntos en los que se pierde por el horizonte, se puede ver perpendicular al mismo. Esto nos venía de perlas para lo que íbamos buscando, pues queríamos justo ese efecto, nuestra querida galaxia cayendo en su punto más luminoso entre las 3 torres.

La foto no tiene mucha más historia. La noche se dio bien, me divertí mucho, y Álvaro y yo quedamos en volver a repetir este en cuanto se pudiera dar la ocasión. En la próxima, con ganas de quedar también con otros 2 cracks de la fotografía nocturna y a los que seguro conocéis: Felipe Carrasquilla y Daniel Pastor.

Espero que os guste la foto. Y, como siempre, si tenéis alguna curiosidad, o alguna duda sobre cómo fue hecha la foto, no dudéis en preguntarme. Y, por supuesto, si os apetece compartir la entrada, sentíos libres para ello. 

Muchas gracias por leerme y, ¡hasta pronto!


Los datos EXIF:

mara: Canon 5D Mark IV
Focal: 14 mm 
Exposición: 20 sg 
Apertura: f/4
ISO: 6400




0 comentarios:

Publicar un comentario