Capítulo IX: Mitad árbol, mitad luz

Aunque parezca increíble, aún sigo encontrando fotos de Islandia que tengo sin revelar. A ese conjunto pertenecía hasta hace unos días esta foto que, al principio no me gustaba, pero a la que he ido cogiendo cariño según iba procesando. La saqué la noche que descubrí que una aurora boreal en condiciones, de las de verdad, de esas que te dejan con la boca abierta.... sí, sí, de las que te hacen gritar burradas no reproducibles en horario infantil, no es ver el cielo de un ligero tono verde después de haber estado unos segundos mirándolo fijamente.

Esa noche descubrí, y conmigo César y Javier Vega, que una aurora boreal de las que te dejan con la boca abierta es difícil de describir. Ahora, lo que sí es cierto es que cuando consigues ver una de esas, esa noche te vas a la cama diciendo "¡ahora sí he visto una aurora boreal!". Al menos así me fui yo a la cama la noche en que hice esta foto.

Aquella tarde hicimos un largo recorrido, pues quisimos ir a Stokksnes, y ya de vuelta ir parando en puntos que habíamos marcado por el camino con la esperanza de que una aurora boreal quisiera honrarnos con su presencia. Y lo hizo. ¡Vaya si lo hizo!

Según fue anocheciendo, empezamos a ver hacia el Norte unas franjas de color verde que aceleraron nuestros corazones. Parecía que las previsiones para ese día, que eran de cielos despejados y de actividad de aurora boreal alta se iban a cumplir.

Fuimos parando en puntos que habíamos marcado, así como en otros que fuimos encontrando a la vuelta. El segundo o tercer sitio (ya no recuerdo bien), fue un punto en el que se encontraba este árbol. Allí estuvimos un rato disparando con diferentes encuadres, pues los que íbamos sacando no terminaban de convencernos. Finalmente encontramos uno que nos satisfizo y para cuya composición la luz de la aurora nos ayudó, y que es el que os muestro esta noche. Como podéis imaginar, en esta foto hicimos uso de iluminación artificial, concretamente una linterna de luz blanca. La luz la dimos desde la derecha durante el tiempo que duró la foto, y lo que podéis ver es lo que nos llevamos de aquel lugar: un árbol que pareciera tener sólo una mitad de lo que fue, pero que podría complementarse con una luz de varios colores que la aurora boreal quiso regalarnos en aquel instante.

Gracias a que por aquella época del año anochecía pronto, cuando hubimos terminado esta foto, aún era pronto y ya teníamos alguna foto más en nuestras tarjetas. La noche pintaba bien y, aunque había algo de cansancio acumulado, esa era la noche que íbamos buscando, la noche por la que realmente habíamos ido a Islandia, así que había que explotarla al máximo y era lo que queríamos hacer. Era lo que íbamos a hacer.

Los datos EXIF:
Cámara: Canon 6D 

Focal: 14 mm 

Exposición: 5 sg 

Apertura: f/2.8

ISO: 3200