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viernes, 26 de junio de 2015

La suerte del indulto

Todas las semanas en las que ve la luz una nueva página en este blog, se repite el mismo proceso: búsqueda de la foto, revisión de la misma, últimos retoques si son necesarios (a veces un reprocesado...), y, por último, redacción del texto que acompañará a la imagen, y publicación del nuevo post. La foto elegida se encuentra en un baúl de fotos desordenadas donde convive con aquéllas que han tenido más aceptación, las que no han tenido tanta, y unas cuantas que, muy posiblemente, no verán la luz nunca. Pocas, muy pocas, de estas últimas viven la suerte del indulto. La foto de esta noche es una de esas afortunadas.

He mirado esta foto varias veces. Algunas de ellas la he reprocesado buscando encontrar en ella algún motivo que me obligara a salvarla. Por más vueltas que le daba, por más tiempo que la dejara en "barbecho", no había forma.

Con el último reprocesado que hice algo cambió. No sé muy bien qué fue, pero algo hizo que mirara la foto de otra forma. Aun así, pensé en pedir una opinión objetiva. Pregunté a Luis, con cuya compañía tuve la suerte de contar, y que participó tan activamente (si no más) como yo en la realización de la foto: "la verdad es que la veo estupenda", dijo Luis. OK, indultada.

Muchas veces nos encontramos con situaciones para las cuales no vemos una fácil salida, una solución inmediata. Nos cerramos en banda y nos decimos a nosotros mismos "no puede ser... es imposible". Nos negamos a seguir buscando una solución, porque sabemos que no existe. Pero lo que no sabemos es que lo que sabemos puede no ser verdad, y que la solución al problema puede estar en nuestra forma de enfrentarnos a él. Y es que quizá, sólo quizá, reprocesando o, incluso, intentando mirar desde otra perspectiva más alejada (posiblemente pidiendo una opinión), la solución no esté tan lejos como pensamos.

Sobre la realización de la foto, noche en la que la luna ayudó mucho a iluminar toda la escena. Además de la luz de la luna, se iluminó lateralmente la torre y el interior de la misma, se aplicó luz desde la derecha al lateral de la torre, y desde la izquierda al primer plano. Las linternas usadas fueron todas cálidas.

Los datos EXIF:

mara: Canon 70D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 36 sg 
Apertura: f/4
ISO: 320


jueves, 11 de junio de 2015

Luces, cámaras... y mucho barro

Cuando Felipe y Cris me propusieron el plan no pude negarme. Aunque, a priori, lo de ir y volver en el mismo día a Valladolid daba un poco de pereza, había muchos motivos por los cuales era imposible negarse. Por un lado, los objetivos fotográficos propuestos para esa noche. Por otro lado, la posibilidad de coincidir con Ovi y Vero, a quienes, hasta esa noche, no conocía. Por otro, la alta posibilidad de traernos a Madrid buenas fotos. Pero, sobre todo, la seguridad de que iba a ser una gran noche acompañado, no de grandes fotógrafos, sino de grandes personas.

Es curioso cómo una afición puede unir a personas con intereses comunes. Curioso cómo puede servir de excusa para pasar una noche juntos, entre risas, con muy buen rollo. Curioso cómo es capaz de hacer que 6 personas se desplacen unos 200 kilómetros, algunas teniendo que trabajar a la mañana siguiente, sólo para pasar un buen rato. Y, lo mejor de todo, atentos a esto, es que la foto no es el fin, es la excusa.

Esa noche, además, se unió David Jiménez, con lo que, finalmente, nos juntamos 6 fotógrafos nocturnos. Como no salíamos todos de Madrid, la idea era quedar en un punto intermedio, así que quedamos en un pueblo cercano a donde íbamos a ir a hacer fotos. Y, como seguro imaginaréis, el sitio donde quedamos fue en el que, seguro, era el único bar del pueblo. El bar en cuestión no sólo sirvió para reponer fuerzas en forma de cervezas, sino para refugiarnos de la lluvia que nos recibió nada más entrar en el pueblo. Lluvia que, estábamos convencidos de ello, cesaría en breve. Pero parece que esa noche el dios de la lluvia estaba bromista. No sólo no paró de llover en breve, sino que fue a más... y más... Una ronda de cerveza... y más lluvia... llegaron Ovi y Vero... y más lluvia.... otra ronda... y más, y más lluvia. Recuerdo que salió Felipe a la calle en 2 ó 3 ocasiones para comprobar cómo iba la cosa. Su cara cada vez que entraba nos transmitía el parte meteorológico: lluvia.

Nuestra suerte pareció cambiar, y por fin el cielo nos permitió salir a la calle. Era el momento de coger los coches y dirigirnos hasta la espadaña que hoy podéis ver. Realmente no estaba muy lejos del pueblo, así que en 10-15 minutos estábamos allí, en pleno campo. Pero, una vez allí, nos encontramos con otra sorpresa.

Muy pronto nos habíamos olvidado de la lluvia, pero pronto volveríamos a acordarnos de ella. Y es que no pensamos en cómo estaría el campo después de haber llovido todo un mar. Lo íbamos a poder comprobar nada más salir de los coches. Creedme si os digo que nunca he llenado mi calzado tanto de barro como esa noche. Por suerte no hubo que correr para iluminar. Si no, habría sido muy complicado iluminar la escena, pues la cantidad de barro en las zapatillas, dificultaba el movimiento. Lo cierto es que era tan incómodo que las ganas de tirar fotos de la espadaña con diferentes encuadres casi desaparecieron. Así que había que hacerlo bien sin muchas pruebas.

Cómo hicimos esta foto? Sencillo. Iluminación con linterna cálida desde la derecha y desde detrás principalmente. Además, para matar sombras duras, iluminación desde la izquierda. Por último, iluminación de izquierda a derecha al suelo.

Espero que os guste :-)

Los datos EXIF:

mara: Canon 70D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 30 sg 
Apertura: f/2.8
ISO: 800




jueves, 4 de junio de 2015

The Way to the Milky Way

Comenzó la temporada de Vías Lácteas. Y comenzó, no solo en este blog, en el que, muy posiblemente, se mostrarán varias durante este verano, sino en redes sociales y portales fotográficos. Es la época en la que, muy posiblemente, habrá una saturación de fotos en las que la Vía Láctea se muestra con todo tipo de procesados. Yo intentaré no contribuir a esa saturación... pero permitid que hoy os muestre la que obtuvimos hace un par de semanas.

Esa noche nos juntamos Jose, Luis y yo. Teníamos ganas de tener un encuadre en el que pudiéramos hacer coincidir un árbol con la Vía Láctea, así que nos pusimos a buscar árboles que pudieran servirnos para tal propósito. Por fin encontramos nuestro objetivo. Eso sí, a punto estuvimos de no llevarnos la foto que hoy podéis ver. Seguid leyendo y veréis por qué.

Como de costumbre, esa tarde quedamos pronto para poder inspeccionar el lugar al que iríamos a hacer fotos. Primero localizamos una zona con árboles, en este caso, encinas, que serían nuestros protagonistas terrestres en la foto que íbamos buscando. Una vez hubimos llegado al lugar en cuestión, decidimos bajarnos del coche para trabajar la foto. Con esto me refiero a buscar encuadres, localizar la Vía Láctea y, muy importante, encontrar la hora a la que nuestra galaxia se situaría cómo y donde queríamos para cerrar un encuadre llamativo. Gracias a Photopills, una aplicación para Smartphones y Tablets de gran ayuda para el fotógrafo de paisajes y el nocturno, esta tarea no fue nada complicada.

Quince minutos más tarde estábamos en el coche para ir a buscar más fotografías que teníamos pensadas para esa noche. Sin embargo, un contratiempo iba a cambiar nuestros planes más inmediatos. Al montar en el coche empecé a sentir picor de ojos, picor de garganta, y, por momentos, comencé a notar que los ojos se me hinchaban y la nariz se me congestionaba. Seguro que muchos conocéis los síntomas: alergia. Sí, con unos síntomas como los que hacía años que yo no tenía. Para colmo, en mi botiquín no había antihistamínicos, así que sólo había 2 opciones: volvernos a casa, o buscar una farmacia de guardia donde poder comprar un antihistamínico que nos ayudara a arreglar la noche.Ya imaginareis por qué opción tiramos ;-)

Tomada la medicina, sólo había que cruzar los dedos y esperar a que hiciera efecto. ¿Qué mejor forma de hacer tiempo que sentados en la mesa de una bar con algún refrigerio?

Cuarenta minutos y 2 rondas con sus correspondientes tapas después, estábamos en el coche de nuevo dispuestos a contar estrellas. Poco antes de la hora marcada por Photopills estábamos de vuelta en el lugar de inicio. Y allí estaba la Vía Láctea. Es impresionante cómo, cuando tus ojos se han adaptado a la oscuridad, puede verse tal cantidad de estrellas en el firmamento.

Trípodes desplegados, cámaras colocadas, encuadre decidido... sólo quedaba pensar en el esquema de iluminación. Lo cierto es que no iba a tener mucha complicación. La iluminación la haríamos con linternas cálidas desde la derecha. La mayor dificultad se encontraba en repartir luz bien en el árbol y recorrer el campo arado para que éste quedara iluminado correctamente, todo en 30 segundos. 

Espero que os guste.

Los datos EXIF:

mara: Canon 70D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 30 sg 
Apertura: f/2.8
ISO: 3200