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jueves, 27 de marzo de 2014

Piquillos

De vuelta a las construcciones medievales, hoy paramos en el castillo de los Piquillos, más conocido como Castillo de Fuentidueña de Tajo, pues está situado en la entrada de dicha localidad madrileña

Parece que hay indicios de que este castillo fue construido en el siglo XII, y ampliado, o quizá restaurado, en el siglo XIV. Su origen es una antigua fortificación musulmana, y su vida está relacionada con la Reconquista. Esta fortificación fue conquistada por el rey Alfonso VI. En el siglo XV, el castillo pasó a ser de la Orden de Santiago. Y por desgracia, en el siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia, el castillo fue expoliado, y sus piedras fueron usadas para otras construcciones.

El día que visité el castillo me llamó mucho la atención que sólo quedara en pie un muro muy alto, y parte de 2 torres. Estoy acostumbrado a ver castillos de los que no queda más que alguna torre, o restos de algún muro, pero no ver una pared tan relativamente bien conservada y ni rastro (o casi sin rastro) del resto de la construcción. En fin, curioso.

Como puede verse, la foto tiene un aspecto diferente al que generalmente suelen tener las fotos que os muestro en el blog. En ellas suelo mostrar colores más suaves y cielos azules u oscuros. Mi idea, cuando llegué al sitio era hacer lo mismo con esta foto, pero al tirar la primer, me di cuenta de que había que cambiar inmediatamente el guión, y usar linterna de luz blanca cambiando el balance de blancos a unos 5000K, y no los 2800-3000K que suelo marcar en la foto. El color de la foto, con linterna con luz de 3000K no me convenció nada. Y es que la cantidad de luz que regala el pueblo de Fuentidueña al cielo fue determinante. Confieso, además, que hubo otro motivo: la Maglite 3D no tenía las pilas en condiciones de iluminar toda la escena :-)

La foto está iluminada desde la derecha, y con la misma linterna se iluminó toda la escena. Imagino que hay algo que os llamará la atención más de lo normal: el cartel explicativo de la historia del castillo. Qué útiles son de día, y qué forma de fastidiar fotos por la noche! :-). La solución podría haber sido clonar para eliminar, pero llevo bastante mal lo de clonar para quitar elementos, o para ponerlos, especialmente cuando no se trata de una corrección, como las debidas a las lentes del objetivo.

Por último, como de costumbre: ¿quieres ver dónde situé el trípode con la cámara? Pulsa aquí


Los datos EXIF:

mara: Canon 500D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 45 sg 
Apertura: f/2,8
ISO: 400




martes, 18 de marzo de 2014

Just

Hacía ya tiempo que tenía ganas de fotografiar algún edificio abandonado, tipo casa, oficina o estación, y con alguna antigüedad inferior a los 4-5 siglos. Fotografiar castillos, torres y atalayas me divierte mucho, pero lo cierto es que de entre todas las fotografías nocturnas que he encontrado a lo largo de todos estos meses, debo decir que las fotografías de edificios abandonados mucho más modernos tienen un punto muy interesante.

Además, elegir construcciones modernas abandonadas como objetivo de nuestras fotografías, es asegurarnos materia prima de muchísimas fotos, pues es enorme la cantidad de estructuras de este tipo que podemos encontrarnos cerca de nosotros. Me hace gracia pensar que edificios que, hasta hace poco, no solo no eran importantes para mí, sino que su existencia podía pasar absolutamente desapercibida para mí, puedan convertirse en fuentes de gran interés.

La que he elegido para esta noche, es la estación ferroviaria de Cabañas de la Sagra. Se trata de una estación con más aspecto de apeadero, que tiene pinta de estar abandonada desde hace muchos años. Digo "tiene pinta", porque a pesar de que he buscado información sobre la estación, debo decir que no está tan accesible como la que he podido encontrar sobre los elementos que he fotografiado en anteriores ocasiones. No digo que no exista, sino que no es tan fácil de encontrar.

Como decía, se trata de una estación abandonada y que se encuentra en un estado deplorable. Apenas quedan en pie las paredes que dan forma a la estructura y ha sido víctima del saqueo y del vandalismo. Sus paredes, como las de muchos edificios abandonados (y otros tantos no tan abandonados :-)) han sido el lienzo de pintores callejeros. Confieso que, aunque no soy muy fan de los graffitis, el que destaca en la estación, una vez vista la foto en casa, me gustó. Hasta tal punto me llamó la atención para bien, que me ha dado el nombre de la foto (desde aquí, gracias al señor Just :-D).

Centrándonos en la foto, la mayor dificultad que encontré en esta foto es (aparte de moverme en el interior de la estación evitando no caerme con los escombros y sacarme un ojo con las ramas del árbol) fue evitar las fuentes de luz que contaminaran la iluminación de la foto. De frente, coches que circulan por la A-42, a la derecha, coches que van por la vía de servicio, y al fondo luces de diferentes pueblos. Éstas últimas no se pueden evitar, pero para las anteriores, con repetir la foto hasta que no pase ningún coche que nos la chafe, listo :-P

La iluminación, linterna cálida en el interior de la estación, y lo mismo en el exterior desde el lado izquierdo de la toma. Para compensar la temperatura de la linterna usada, se colocó el balance de blancos a, aproximadamente, 3000K.

Por último, antes de ver los datos EXIF, ¿quieres ver desde donde se tiró la foto? Pulsa aquí...

Los datos EXIF:

mara: Canon 500D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 41 sg 
Apertura: f/3,5
ISO: 400


lunes, 10 de marzo de 2014

Piedra a Piedra

Llevo aproximadamente un año y medio disfrutando de la fotografía nocturna y creo que estoy en ese punto en el que cuanto más sé, y cuanto más aprendo, más me queda por aprender. No sé si sabéis de qué sensación os hablo. Es esa en la que te das cuenta de que ves una progresión en las fotografías que haces, pero que aún te quedan por dominar aspectos cuya existencia desconocías. Además, cuanto más entro en este mundo, más investigo y más cosas impresionantes me encuentro. Es tremenda la cantidad de buenos trabajos que te puedes encontrar por la red.

Hasta aquí, todo esto es normal. Creo que es parte de una progresión cuando estás aprendiendo una disciplina. Lo que hay que evitar, sin embargo, es caer en errores que cometías al principio, y que ya no deberías cometer. Yo, con la foto de esta noche, los cometí.

Dos veces me costó venir a este pueblo, Cogolludo, para sacar la fotografía que os muestro. La primera vez cometí errores que me impidieron llevarme una muy buena foto a casa. Y son errores tan fáciles de evitar, y tan importante evitarlos, que quiero comentaros a qué me refiero.

Cuando tiramos una foto, ¿en qué nos basamos para saber si la foto ha quedado como realmente queremos? Lo más inmediato es quedarnos con la información que nos enseña la pantalla LCD. Este va a ser el primer examen al que someteremos la foto. Ahora bien, ¿lo que vemos en la pantalla es real? En muchas ocasiones es bonito, pero no puede ser el único examen al que sometamos a nuestra foto. Y si lo haces, más de una desagradable sorpresa te vas a llevar cuando pases la foto de la tarjeta al disco duro del ordenador.

Entonces, ¿en qué basarnos para saber si la foto va a estar equilibrada en términos de iluminación? La respuesta es el histograma. Este gráfico va a ser la mejor ayuda que tendremos para saber si la foto ha quedado muy oscura o quemada en alguna zona. Da igual lo que veamos en la pantalla LCD. Si el histograma muestra una gráfica pegada a la derecha, o pegada a la izquierda, la foto estará quemada, o por el contrario, subexpuesta. Por tanto, ¿no debemos hacer caso de la pantalla LCD? En mi opinión, la pantalla servirá, sobre todo, para desechar fotos. Las fotos que pasen el filtro de de la pantalla de LCD, deberán ser sometidas al filtro del histograma :-)

Y éste es el error que cometí. Las prisas me hicieron, la primera noche que fui a Cogolludo, fijarme únicamente en lo que me mostraba la pantalla LCD. La pena es que fue cuando llegué a casa cuando me di cuenta del gran error cometido. Y es una pena porque el cielo que me llevé esa noche era bastante bonito.

Moraleja: no tengas prisa cuando vas a hacer foto nocturna. Tómate tu tiempo, no sólo para planificar y organizar la foto, sino también para revisarla con una de las herramientas más fiables: el histograma.

Volviendo a la foto, la construcción que en ella aparece es el Castillo de Cogolludo. Se trata de un antiguo castillo construido, durante la Reconquista, sobre una antigua fortaleza musulmana en el siglo XI. Entregado por Alfonso VIII en 1176 a la Orden de Calatrava, fue necesario repararlo de nuevo en XIV, aunque nuevamente fue destruido en el siglo XIX.

Sobre la iluminación, me encantaría poder decir que todo el castillo lo iluminé yo, pero no fue así. La mayoría del castillo fue iluminado por una torre que daba una luz que llegaba con cierta fuerza al castillo. El suelo y algunos retoques en el castillo fueron iluminados con linterna maglite 3D. Esta linterna, para los que no la conozcan, es una linterna de luz cálida.

Como de costumbre, para conseguir el cielo azul, un balance de blancos puesto para contrarrestar una temperatura fría.

Y por último, ¿quieres ver dónde se colocó la cámara? Pulsa aquí...


Los datos EXIF:

mara: Canon 500D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 42 sg 
Apertura: f/2,8
ISO: 800









lunes, 3 de marzo de 2014

Sending out an SOS

Hoy volvemos a repetir destino fotográfico. Como ya comenté en otra ocasión, cuando sales a "cazar" fotos nocturnas, lo más común no es irte a casa con un álbum fotográfico. Te puedes llevar varias fotos, pero buenas, buenas, puedes llevarte a casa 3 ó 4, si has tenido una gran noche, o 1 ó 2, en una noche normal. Ha habido noches que yo me he vuelto a casa con la convicción de que me había llevado una buena foto, y cuando la he revisado en el ordenador me ha cambiado la cara por completo. Lo mejor en ese caso es aprender de los errores cometidos para, en la próxima visita al lugar (porque debe haber una nueva visita al lugar), no cometer los mismos errores (si es posible, no cometer ninguno ;-))

La noche que visité el telégrafo óptico de Perales de Tajuña fue una de esas noches en las que me llevé 2 fotos a casa. Quizá el motivo es que el objeto de fotografía, el telégrafo, se presta a diferentes encuadres e iluminaciones atractivas. 

Como de costumbre, antes de visitar el sitio, busqué información sobre el mismo. Me llamó la atención que había muchas fotografías, desde varios encuadres, y, si no recuerdo mal, todas ellas me gustaron. Y es que, como digo, la torre da mucho juego. 

No voy a hablar del Telégrafo de Perales, pues ya lo hice en la anterior entrada, pero sí me gustaría hablar sobre los telégrafos ópticos. ¿Qué son estas torres con una especie de antena en lo alto? Resumiendo mucho, los telégrafos ópticos eran utensilios encargados de repetir un mensaje enviado por otro telégrafo óptico situado en un lugar visible desde el primer telégrafo. Los telégrafos ópticos se construían formando una cadena en la cual, cada telégrafo divisaba el anterior y el siguiente en la cadena.

El envío de mensajes se hacía de la siguiente forma: el operador del primer telégrafo de la cadena manejaba los controles del telégrafo colocando así los elementos del telégrafo de una forma que fuera reconocido por el operador del segundo telégrafo. Este operador repetía la operación del primero de forma que el operador del tercer telégrafo fuera capar de entender las posiciones de los elementos del telégrafo. Esto implica algo importante: debía haber luz de día, por lo que el escenario montado en la foto no podría darse nunca (salvo que el telegrafista quisiera pasar la noche en la torre :-)).

Interesante, ¿verdad?

Sobre la foto, lo cierto ese que la realización no difiere mucho de algunas ya mostradas. La iluminación de la pared de la izquierda, así como el primer plano, se iluminaron con mini-maglite, mientras el interior se iluminó con un flash sobre el que se colocó un gel naranja de 1 paso., y se disparó con un disparador remoto.

¿Cuál fue la secuencia de iluminación de la foto durante los 42 segundos que dura la toma? Sencillo. Lo primero fue acercarme a la torre. Acercándome por la zona de mayor oscuridad no hay problema de salir en la foto, pues en una foto, todo aquello en lo que no hay luz no existe. Una vez cerca de la torre, un par de toques al disparador remoto colocado en el flash dentro de la torre. Después, movimiento rápido a la izquierda de la foto para iluminar la pared izquierda. Poco a poco, moviéndome en círculo acercándome a la cámara. una vez cerca de la cámara, apago la linterna, me paso a la derecha de la foto y vuelvo a encender la linterna para iluminar la parte derecha, tanto suelo, como lateral del telégrafo.

Para sacar el color azul del cielo, marqué el balance de blancos de la cámara en una temperatura muy baja (aproximadamente la del color de la luz de la linterna y del flash con gel). Realmente lo que hacemos con este cambio de temperatura es compensar la temperatura de color de lo que estamos fotografiando. Es por esto el color azul del cielo y, en muchos casos, el color azulado de las estrellas.

¿Quieres ver dónde coloqué la cámara para disparar esta foto? Pulsa aquí


Los datos EXIF:

mara: Canon 500D 
Focal: 11 mm 
Exposición: 42 sg 
Apertura: f/2,8
ISO: 400